lunes, 28 de marzo de 2011

Confesión numero cinco

La verdad es que necesito verlo, como una insistente necesidad he negado cualquier sentimiento hacia él pero mis hechos delatan lo contrario, sus manos y sus labios me son prohibidos, pero como constante invitación al pecado me seducen y temo no poder resistir más su llamado. Caer en la tentación de tenerlo tan cerca, verme vencida por la necesidad que siento como un cosquilleo que me asegura que es el amante que he buscado y que mi vida no es sino a su lado.
Ha intentado robar algo de mis labios, pero no hay nada que hurtar todo le pertenece a él, porque sin él no soy.


No hay comentarios:

Publicar un comentario